A EMMA
Pasó toda la noche imaginando una historia. Las palabras exactas, la puntuación en su sitio correspondiente, los tiempos verbales, adjetivos, sustantivos, las metáforas más bellas y sorprendentes. Todo colocado, todo con sentido. la historia más hermosa y contundente rematada con un salto mortal hacia atrás y cerrado con una elipsis con tirabuzón. A la mañana siguiente, al mirarse en el espejo, tuvo que agarrarse a la pila del lavabo para no caer al suelo. Su piel estaba tatuada con palabras, todas las palabras de su historia allí estaban. Las metáforas, las comas, los puntos, los adjetivos, sustantivos, verbos, el mortal hacia atrás y la elipsis con tirabuzón
Rosa M.
Por un momento temí que todo se le hubiese olvidado. Amanecer con la historia tatuada tiene que ser una bendición.
ResponderEliminarUn abrazo, Rosa.
Eso de los tirabuzones en elipsis dará mucho que hablar, es muy sonoro. Mejor que se queden las letras tatuadas que no que se vayan por el desagüe...
ResponderEliminarBesicos, amiga.
Llega un momento que ya no hay espacio para seguir tatuando, ojala entonces se fueran por el desagüe.........Tan solo por el mero placer de tatuar otras mil historias mas.
ResponderEliminarUn gran saludo.
maria
Rosa, por lo menos seguro que no es un tatuaje hortera.
ResponderEliminarVale que hay que tomar notas cuando se te ocurren, pero ¿ha oído hablar de los cuadernos de notas? Tiene fuerza.
ResponderEliminarAlgún día, las palabras escritas desde el principio de los tiempos nos abandonarán, hartas de ver el uso que las damos. Entonces, como analfabetos, quizá podamos descubrir qué puede llegar a ser la literatura. Un abrazo
ResponderEliminarMe encanta porque recrea esa forma de crear literatura, que es la literatura pensada. Yo también lo hago mucho, en el coche y por las noches, y la verdad escribo mucho mejor cuando lo pienso que cuando luego la cosa salta al papel : ). Ojalá me levantara algún día con mi cuento mental tatuado, pero bueno, que se pudiera borrar. Me encantó el relato.
ResponderEliminarLlevar grabado un excelente microrrelato en la piel debe de ser un orgullo. Me gustó mucho.
ResponderEliminarBesos volados
Pues mira Rosa, aunque sea sorprendente amanecer así, al menos esas palabras permanecen, lo bueno sería que cambiasen día a día, así podría ir escribiendo el libro de su vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo hasta tu aire.
Las mejores ideas (pocas, todo hay que decirlo) se me ocurren de madrugada. Y con un poco de suerte sobreviven hasta la hora del desayuno. Tu texto refleja muy bien ese tránsito gozoso en el que la historia permite ser apreciada por el primer lector de una obra(que siempre resulta ser el autor), sensible al efecto que se persigue. Yo creo que es un momento único. Buen relato, Rosa.
ResponderEliminarUna historia vivida completamente.
ResponderEliminarSaludos
Cuerpo de literatura. Hay quien así la vive.
ResponderEliminarUn beso.
Yo creía que iba a vomitar la historia de golpe en el lavabo.
ResponderEliminarMe ha gustado, tal y como muchas mañanas me pasa a mi.
Besos
Una metáfora del padecimiento del escritor, esos sueños que se tatúan en palabras que muestran el otro yo y que difícilmente se muestran al exterior, la diferenciación entre el autor y el narrador. En fin, es a lo que me llevas.
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