Rebosantes y plenos, sus pechos asoman por el escote, las manos, suben la camiseta que a penas cubre sus muslos dejando al descubierto el triángulo de su pubis oculto por su escasa braga de blonda blanca. Echa la cabeza hacia atrás, y se apoya contra la pared, restregando sus piernas una contra otra. El aire entra con dificultad en sus pulmones por la agitación que le embarga y su boca se abre carnosa dejando expuesta una lengua viperina, que atrapa al vuelo una mosca que tuvo la mala suerte de pasar en ese momento.
Una sucesión de actos eróticos (muy eróticos...) rematada con una imagen orgásmica de aire reptil que me ha seducido.
ResponderEliminarUn beso.
Me alegra seducirte
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Qué imagen mas chocante y no me refiero a la ilustración, jaja, que también, sino a la que nos dibujas con tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
No es oro todo lo que reluce...
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Rosa, cómo definir este microrrelato, ¿erótico, fantástico, de humor, real...? Me ha gustado esa vuelta de tuerca final que sorprende y te baja del carro de la excitación.
ResponderEliminarBesosss
Esa era la intención jeje.
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Muy seductora tu mujer dragón, Rosa.
ResponderEliminarUn beso.
Si, pero al final come moscas...
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Luego querrás que no digan que sois unas víboras :-). Consigue sorprender con ese final, es como un chasquido.
ResponderEliminarUn poco sí, lo somos...
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La mosca cayó en la trampa, y es normal con tanta seducción....
ResponderEliminarBesos :)
Se atrapan más moscas con miel...
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Me gusta mucho, Rosa. Por no repetir, suscribo las palabras de CDG. Destaca la potencia erótica de esta pieza.
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias Pedro. El micro surgió de un vídeo muy, muy erótico.
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Una mosca audaz en el lugar equivocado. Besos
ResponderEliminarSólo los audaces se equivocan...
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