Toda la casa está impregnada del olor del asado. Hasta el turrón huele y sabe a carne asada. No me gusta, como tampoco me gustan estas cenas navideñas, pero me obligan a asistir, no paran de darme la lata hasta que digo que sí. Todos me besan y me saludan con su falsa sonrisa de dentífrico, llenándose las copas una y otra vez para poder fingir la felicidad que no sienten. Las conversaciones insípidas se reparten por la habitación como un enjambre de abejas taladrándome el cerebro. Nos sentamos a la mesa y da comienzo el interminable baile de platos. Comemos como si fuese nuestra última cena y el mundo no amaneciese mañana…Por fin llegan los postres y es el momento de desvelar la sorpresa que les tengo preparada. Esta cena será inolvidable…
Golpeo la copa con el cuchillo para reclamar la atención de todos los comensales.
Un haz de luz rebota en el filo mientras lo dirijo a mi garganta. Me miran con asombro, los ojos se les abren y en la boca se les dibuja una mueca de asco mientras la sangre que mana de mi cuello les salpica la cara.
Rosa M.
Y Sucede me regalo su versión... http://quenomecansodeser.blogspot.com/
Digiriendo la última Navidad
Todo lo impregna ese asqueroso olor a asado. Hasta la abuela huele a carne en vez de a vieja como el resto del año. No cuento los besos que me dan, pero sí los que evito. La obligación me impide declinar la invitación que llega cada año de uno de los miembros de mi insípida familia. No hablo, me limito a comer y deglutir las extrañas o incluso estúpidas conversaciones de estas personas que me rodean e intentan contagiarme con sus deprimentes carcajadas. Pero esta cena será mi última cena. Con el postre llega el brindis, y aprovecho para tintinear mi copa de vino y acaparar la atención de todos los que allí pastan. Cuando todos los ojos se centran en mi, rebano mi pescuezo por debajo de la nuez. Lo hago con fuerza provocando con ello una fuerte explosión hemática que baña a propios y a extraños. Algunos vomitan mientras me ahogo en mis risas.
Sucede
Rosa, Sucede, cada uno a su modo ha sabido retratar con maestría la desesperación y el hartazgo que a veces embarga a estas fiestas.
ResponderEliminarAplausos a repartir!!!!
No se Rosa, pero ultimamente me dejas clavado en la silla erizandoseme los pelillos de la nuca. Ojo me gusta si, pero me asusta también. Un beso
ResponderEliminarMuy buena esa cena, yo soy del gremio de las que no me gustan tampoco, pero el final ha sido apoteósico la de las dos, geniales.
ResponderEliminarBesitos y sponrisas a las cenas navideñas:-)
Rosa, BRUTAL relato, tengo los pelos como escarpias.
ResponderEliminarHabía intentado leerlo en La Esfera pero, como aún no está publicado, no he podido.
Cuenta con mi voto.
Besos
Habéis llevado hasta las máximas consecuencias el horror navideño, el que sentimos cuando todo se convierte en paz, amor y buenas intenciones por milagro del calendario. Es para pegarse un tajo... así, sin más, delante de todos, quizá entonces dejen la hipocresía la próxima navidad.
ResponderEliminarAbrazos a ambos
Me dejaste boquiabierta, excelente tu micro relato, has plasmado lo que muchos hemos pensado que nos gustaría hacer, en esas horrorosas cenas que se come hipocresía...
ResponderEliminarBesitos en el alma
Scarlet2807
Un buen regalo. Yo también había intentado leerlo en La Esfera pero todavía no se podía. Las cenas familiares son para eso y para más, aunque yo recuerdo algunas, hace ya muchísimos años, maravillosas. Lástima que nunca se vuelvan a repetir.
ResponderEliminarAmbas versiones me han gustado mucho y se aprecia el estilo de cada uno. Felicidades a ambos.
Hay muchos a los que la Navidad no nos gusta pero no por eso...
ResponderEliminarLos dos textos están bien pero voy a marcar una pequeña diferencia. Rosa no adelanta el final, deja que llegue y nos sorprenda; en cambio Sucede lo menciona y se pierde un poco de la... desagradable sorpresa.
un beso a los dos, Luisa
Siempre digo más o menos un par de días antes de la lotería...
ResponderEliminarOjala pudiera salir corriendo ahora y no parar hasta después de reyes..
Me gustó más tu versión, es menos arisca.
Besos
Yo odio las navidades, pero en estas de momento no tengo previsto cortarme el pescuezo.
ResponderEliminarMe gustó mucho el relato.
La verdad es que nos has puesto los pelos de punta.
ResponderEliminarLlevado al extremo. Brutal, impactante.
un abrazo.
Vaya... Las cenas navideñas!!!!
ResponderEliminarYa están acechando... jaja.
Besitos, Rosa.
Bravo por tus imágenes de cinema noir.
ResponderEliminarVaya manera de estropear una cena y casi que puedo contemplar los rostros de ésta familia disfuncional.
Al personaje que narra , le hubiése resultado mejor no ir; aunque por lo dicho su proceso depresivo ya iba muy avanzado.
Joder, lo podían haber pensado antes y se ahorran comprar la carne. Miedo me dais. Se leen muy bien.
ResponderEliminarUff, ha sido una Navidad bien diferente la vuestra sí, pero ambos la hacéis creíble, tanto que todavía siento el nerviosismo de haberme imaginado a quién de mi familia se le podría hacer tal celebración...y haberlo encontrado!!
ResponderEliminarUn abrazo
La cena esta claro que inolvidable va a ser..
ResponderEliminarTal para cual, he podido ver el pavo salpicado con la sangre del protagonista...
Los dos sois geniales.
Besos Rosa :)
Besos a Sucede :)
La cosa va de cenas...Ayer precisamente escribí, sobre cena, la cena de nochebuena o la de nochevieja da igual...
ResponderEliminarHabéis hecho las dos un buen relato de la tristeza, del compromiso, del bien estar, de estas cenas qué como siempre tienen que ser a "chorros de alegría"
Maldita la gracia que tienen,hay que componerse con el "mejor delantal" para hacerlas, con la "mejor sonrisa" para comerlas, aunque no tengas ganas...
Os felicito a las dos...La sangre y todos sus componentes no me son ajenos,ja,ja,ja...
BESICOS.
Sangrienta navidad, llena de turrones y champans salpicados por la suave ternura de la nada.
ResponderEliminarBlogsaludos
AY... AMIGA ME HAS DEJADO HELADA, CONOZCO GENTE QUE SE HA SUICIDADO PARA LAS FIESTAS. TREMEDA TRISTEZA LES QUEDA A ESAS FAMILIAS PARA TODA LA VIDA.
ResponderEliminarLO CIERTO ES QUE ESAS FECHAS NO ME GUSTAN NADA DE NADA. ES MÁS HASTA ME DA BRONCA CUANDO HABLAN DE REGALOS, FESTEJOS, COMIDA, ARBOLITOS, LUCECITAS... UFFFF SERÁ PORQUE PÀSÉ MUCHAS DE ELLAS EN LA AMARGURA TOTAL DE TENER A MI MADRE ENFERMA.
BESOOOOOS
Tercer intento para dejar mi saludo, en una entrada tan "entrañablemente navideña". :|
ResponderEliminarBesos
Ejem, ¿dónde habéis dejado el espíritu navideño?, jajajaja.
ResponderEliminarMuy buenos los dos, a cual mejor.
Un besazo.
Rosa y Sucede,la hipocresía de algunas cenas navideñas merece un corte así. Como una "explosión" de sinceridad.
ResponderEliminarSaludos enorme a los dos. Buenas tardes.
Hasta mi teclado ha salpicado la sangre navideña. ¡Qué hevy!
ResponderEliminarMil abrazos de osita.
Rosa y Sucede, muy truculentos los dos relatos. Yo también hago como los invitados y me asombro de vuestros relatos. Mucha sangre para mi gusto, pero están muy bien los dos.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Son preciosos ambos textos... Felices Fiestas para vosotros también.jeje
ResponderEliminarNo en serio, me gustan, uno tan sutil y el otro tan explícito.
Un saludo.
Pues que te digo Rosa, realmente me dejas helado, pensando en esto, se que la vida no es buena, que tenemos tantos problemas en el mundo pero MATARNOS...interesante relato amiga, un placer leerte.
ResponderEliminarPs. ¿Es solo un relato? ¡espero que no sea una idea!
Cada una a su modo a relatado las terribles cenas navideñas, pero no me matare por ello. Felicitaciones. Un abrazo
ResponderEliminar¡Vaya dos os habéis juntado! jajaja, digo yo que dado ese final se podían haber ahorrado la carne ¿no?
ResponderEliminarMuy buenos y en cierta forma divertidos.
Besitos a ambos
Me gusta mucho cuando se mezcla la Navidad con el horror, por algo el rojo de la sangre destaca tan bien sobre el blanco de la nieve, como en Fargo.
ResponderEliminarPATRICIA
ResponderEliminarGracias guapa!!!
Besos desde el aire
KARRAS
ResponderEliminarJeje me encanta que se te ericen los pelillos...Gracias y besos desde el aire
SIMPLEMENTEYO.
ResponderEliminarCreo que somos muchos a los que las navidades nos producen dolor de estómago. Gracias y besos desde el aire
ANA CRESPO
ResponderEliminarHoy ya lo puedes leer en La Esfera...Gracias. Como me gusta que se te pongan los pelos como escarpias!!!
Besazos desde el aire
ANITA
ResponderEliminarQue razón tienes...Gracias y besos desde el aire
SCARLET
ResponderEliminarA mi me gustaría dormirme y no despertar hasta después de reyes. Gracias y besos desde el aire
MAR HORNO
ResponderEliminarSi, algunas cenas de antaño fueron muy buenas...Pero hoy por hoy podían desaparecer del calendario. Gracias y besos desde el aire
LUISA
ResponderEliminarNo lo hacemos, no. pero sobre el papel podemos hacer lo que queramos... Gracias por tu lectura y tu comentario.
Besos desde el aire
MIENTRASLEO
ResponderEliminarGracias por la parte que me toca.
Besos desde el aire
CYBRG
ResponderEliminarY que ni se te ocurra, jeje...
Besos desde el aire
MARIOLA
ResponderEliminarJeje, gracias y besos desde el aire
CARLOS DE LA PARRA
ResponderEliminarEs lo que tienen las navidades que agravan más la depresión. Gracias y besos desde el aire
XIMENS
ResponderEliminarCuánto me gusta darte miedo, jejeje...Gracias por la parte que me toca y besos desde el aire
PALOMA HIDALGO
ResponderEliminarUfffff da miedo tu comentario... Gracias y besos desde el aire
DOÑA M.
ResponderEliminarJejeje más que pavo aquí sería un buen lechazo o cochinillo...Gracias y besos desde el aire
CABOPÁ
ResponderEliminarSon días de sonrisa de dentífrico como digo yo aunque por dentro... Gracias y besos desde el aire
ADIVÍN
ResponderEliminarGracias por poner el punto poético a esta sangrienta cena...
Besazos desde el aire
Luján son días para extrañar a los que no están...Más que feliz navidad es triste navidad...
ResponderEliminarBesos desde el aire
EDUARDO
ResponderEliminarCuánto siento tus problemas con el dichoso Blogeer...
Besazos desde el aire
TOWANDA
ResponderEliminarPero...existe eso? jejeje. Gracias y besotes desde el aire
LUNA
ResponderEliminarGanas dan, no creas que no...
Besos desde el aire
LOLA
ResponderEliminarJejeje...Para limpiar ponte guantes!!!
Gracias y besazos desde el aire
NICOLÁS
ResponderEliminarLo bueno de esta sangra es que ni mancha ni huele, jejeje...Gracias y besos desde el aire
ALBERTO
ResponderEliminarFeliz Navidad para ti también, jejeje. Gracias y besos desde el aire
SL
ResponderEliminarJajaja, no ha llegado mi hora...Por lo menos que yo sea...
Besos desde el aire
LAPISLAZULI
ResponderEliminarNi yo lo espero, jejeje. Gracias y besos desde el aire
ELYSA
ResponderEliminarJAJAJAJA pero no hubiese quedado tan bien,no?
Besos desde el aire
MANUESPADA
ResponderEliminarY sobre un blanco mantel de una cena navideña. Gracias, también me gusto mucho Fargo.
Besos desde el aire
Ostras, Rosa... menuda cena navideña... Al protagonista no es que no le gustase el evento familiar, es que no le gusta la vida y tiene un punto exhibicionista absoluto... menudo final.
ResponderEliminarY El relato de Sucede ahogándose en las risas me parece total...se ahoga en risas, sangre... muy gore en el sentido más extricto de la palabra.
Besos
SIGRID
ResponderEliminarEstaba harto de tanta felicidad fingida, jeje...Gracias por la parte que me toca, seguro que ha Sucede le gusta tu comentario.
Besos desde el aire
Recordarme que no se me ocurra ir de cena de Navidad con vosotros...
ResponderEliminarBesos!...muy buenos ambos!!
JUANLU
ResponderEliminarJajajaja Si con esto me quieres decir que te invite a cenar...Vale estás invitado...
Besos desde el aire
Joer, Rosa, y yo pensando que a veces soy muy oscuro.
ResponderEliminarBestial.
Besos.
TORCUATO
ResponderEliminarJejeje...Creo que todos llevamos un ser oscuro en el interior...Gracias!!!
Besos desde el aire
ENE
ResponderEliminarHe rescatado tu comentario del dichoso Spam. Perdona y gracias
Besos desde el aire