y en ese preciso instante
empecé a morir…
Morí de penas un poco,
morí de amor, de risas,
de desencanto.
A veces de aburrimiento, morí.
El sufrimiento, también ayudo…
De dolor propio,
del dolor ajeno…
Con lágrimas en los ojos...
con una sonrisa en los labios.
Si tienen un momento...
Acuérdense de mí.
Si tienen un momento...
Acuérdense de mí.
Rosa M.
Rosa, muy especial este epitafio.
ResponderEliminarBesosss.
Imposible olvidarte. Me ha gustado mucho, es tal cual la vida. Un bessito
ResponderEliminarAprovecho para desearte Feliz Navidad
Muy poético este epitafio. Muy de Rosa. Pienso como Men, imposible olvidarte.
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD y lo mejor para el nuevo año. Y nosotros que lo veamos. Un beso.
Me gusta mucho Rosa. Gracias por compartir.
ResponderEliminarJose
Precioso epitafio, muy sentido.
ResponderEliminarAprovecho para felicitarte la Navidad.
Un beso enorme
Que descanses en paz, has muerto de tantas cosas, que va a resultar difícil resucitarte. De todas formas está atenta.
ResponderEliminarBonito epitafio, algo triste, tal vez como reclama la ocasión. Gracias y saludos
Oh, Rosa, perteneces al grupo que se ha tomado en serio la muerte propuesta por Manu. Es muy serio y triste (como morirse). Estás a tiempo de enmendar y buscar la felicidad. Pero claro, también dice mucho de ti, esa generosidad por el sufrimiento ajeno. En fin, que como veo que va en serio, pues que no me permito bromas. Nos leemos en el cielo
ResponderEliminarNo te olvidamos ni un poco. Mañana vendremos a buscarte por aquí, ¿lo sabes, verdad?, ¿estarás?
ResponderEliminarUn beso fuerte, Luisa.
Seguro que no te olvidaremos, Rosa. Tú, desde el aire te reirás de nosotros. Aunque, allí, en el aire, nos encontraremos
ResponderEliminarFeliz Navidad
Claro que nos acordamos de ti, Rosa. Y te esperamos mañana por aquí. No faltes.
ResponderEliminarBesos.
Pienso seguir acordándome de ti, Rosa más fermosa, durante muuuucho tiempo.
ResponderEliminar¡Buen viaje!
Abrazos, los justos para llegar.
Me acuerdo de vos sonriendo con labios y ojos, querida amiga.
ResponderEliminarUn enorme beso!!!!
Muy bonito.
ResponderEliminarY buena la iniciativa, a la que me he sumado de una forma algo menos lírica.
Saludos.
Nunca podría olvidarte, siempre en mi recuerdos y con una sonrisa estaras Rosa.
ResponderEliminarBesos :)
Un epitafio muy emotivo, Rosa. Tus letras y tus besos voladores perdurarán para siempre.
ResponderEliminarBesos.
Yo tengo miles de momentos así que me acordaré mucho de ti.
ResponderEliminarBesos!!!
Me ha gustado tu epitafio navideño, Rosa. Abrazos desde el mas allá.
ResponderEliminar"Con lágrimas en los ojos...
ResponderEliminarcon una sonrisa en los labios."
Así me quedo y espero ver mañana tus aires nuevos....
Besicos salados (por las lágrimas)
Rosa delicada hasta para la última despedida. Me encantó. Es precioso.
ResponderEliminarFeliz Ranidad (a tí más que a nadie, ya sabes. Bss)
Muy tú, Rosa. Emotivo hasta decir basta... ¡Pero mañana te quiero aquí! No tengo ganas de no olvidarte porque vamos a seguir "dando guerra"
ResponderEliminarBesitos desde el más allá
Con lágrimas y sonriendo, no es mala manera de morir.
ResponderEliminarBesos
Veo que muchos habéis optado hoy por el epitafio. Yo me he quedado un lado, típico de mí, aunque he publicado algo que también tiene mucho de muerte...cosas del azar.
ResponderEliminarTu epitafio es un canto de versos magistral.
besos.
Rosa, llego un poco tarde pero muy contenta de llegar hasta aquí. No sólo me acordaría de tí, sino que leería en voz alta este bello epitafio que demuestra tu vida intensa.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Es cierto! comienzas a morir desde que naces y mueres de todo y mueres de nada! conmovedor y reflexivo epitafio a la vez! esa fusion involuntaria de alegria y tristeza me mantuvieron entretenido! singular forma de expresarte! no se como llegué aqui pero a sido un gusto disfrutar de este blog! y aqui estaré en tus proximas entradas! Saludos
ResponderEliminarNunca se ma habia ocurrido que se escribiera su propio epitafio. Muy bueno. No es posible olvidarte. Un abrazo
ResponderEliminarOh, un fragmento vacío más.
ResponderEliminarInternet se quiebra con tanta ausencia.
Un abrazo.
Rosa, te mando un abrazo enorme y un millón de sonrisas. Felices fiestas. Sonríe cada día. Y feliz invierno.
ResponderEliminarTe quedó sentido y emotivo; pefecto.
ResponderEliminarUn besazo fuerte.
Hola Rosa, vecina silenciosa de subsuelo, iba de paseo por el cementerio y me encontré con tu escrito. Me gustó aquello de nacer y empezar a morir, todo junto, todo a la vez. Y la ilustración - lápida - me ha parecido brillante, con esa rosa, contrapunto de la piedra. He llamado pero nadie ha abierto, tal vez has ido a empadronarte.
ResponderEliminarAbrazos.
Para ti siempre habra un momento.
ResponderEliminarBlogsaludos
Valiente Rosa. Adorable epitafio. =) sos tan cálida. =) Sí que te recordare.
ResponderEliminarTe dejo besos!
Rosa, como he comentado a Nicolás, esto de los autoepitafios me da mal rollo. Aún la curiosidad me picó y no me he resistido a leerlos.
ResponderEliminarEl tuyo es precioso... emociona la verdad... Espero que abunden más las risas que otra cosa en ti vida.
Muchos besos
Hola Rosa, me he dado un paseo por este mágico rincón tuyo, ¡con tantas expresiones bellas! Tu epitafio es enternecedor.Pero, . . .demasiado anticipado para escribirlo. . .vaticino. Igualmente, es un hermoso mensaje muy acorde el ciclo de la vida. Aprovecho, Rosa para desearte un feliz 2012, en compañía de tus seres queridos. Que tu vena de escritora permanezca viva. Te mando un fuerte abrazo muy , muy perfumado.
ResponderEliminarOtra con el epitafio...
ResponderEliminarLa madre del Tano!!!
En fin...
Nenita, tú con tu sonrisa en los labios estarás por muchisimos años cerquita...
besitos mediterráneos.
Gracias a todos por acompañarme en esta muerte literaria. Pero ya es hora de resucitar y seguir dando guerra...
ResponderEliminarMil besos desde el aire a todos y todas...
Vengo del blog de MEN por eso del epitafio, ya que dejó tu enlace, y de paso a conocer tu blog.
ResponderEliminarLa verdad es que me da un poco de yuyu todo eso.
Un beso.
Gracias, Rosa, por devolverme la visita, eres muy amable.
ResponderEliminarUn beso y feliz 2012.
Lo intentaré, aunque soy más de hacer caso a los vivos y a veces a las voces.
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