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Imagen deJuanlu para Triple C |
Puedes hacer lo que quieras, me dijo, mientras alborotaba
mi pelo con su áspera mano. Puedes trepar a sus ramas, sentarte a su sombra y
ver como se filtra el sol entre sus verdes hojas. También puedes contar
estrellas apoyado en su viejo tronco y mirar como las aves anidan sintiéndose
seguras y acogidas. Miré a mi abuelo con cara de sorpresa mientras observaba
atónito el árido paisaje que nos rodeaba.
_Abuelo, aquí no hay árboles
_No has mirado bien, me dijo, cierra los ojos.
Rosa M.
Es precioso, entrañable...Has retratado un paisaje lleno de sabiduría, qué conocimiento tienen los abuelos, son capaces de transmitir el sentir de forma llana y certera...
ResponderEliminarBesicos, escribidora.
Que lindo son los relatos con los abuelos, brindan tanta sabiduria
ResponderEliminarun abrazo
Somos capaces de ver lo que queramos, con los ojos del corazón. El abuelo lo sabía...
ResponderEliminarPrecioso, Rosa.
¡Hermoso texto!
ResponderEliminarMe hiciste recordar de pequeña cuando mi abuela me contaba historias fantásticas que me invitaban a soñar.
Besos!
los ojos muchas veces acaban con los sueños. bss
ResponderEliminarBello. El poder de los sueños.
ResponderEliminarMe gusta este episodio con cierto aire a Saint-Exupéry. Cuanto más tiempo pasa, más cuenta me doy de que las verdaderas raíces las dan los que nos preceden y la imaginación. Al menos, eso leo yo en tu relato.
ResponderEliminarUn placer. Besos
Es un relato maravilloso. Un relato de sabiduría en la mirada del abuelo.
ResponderEliminarUn relato que me ha emocionado y conmovido enormemente.
Cuando uno mira con los ojos interiores el mundo cambia.
Sencillamente precioso.
un gran abrazo.
Que bonito es imaginar y soñar. De pequeños se tiene la capacidad de juntar la imaginación con los sueños. Lástima que con el tiempo se pierda esa capacidad. Hay que seguir practicándola para que vuelva; escribiendo es una buena manera.
ResponderEliminarMe ha gustado ese arbol... yo lo veo...
Un beso
Ahí tenemos un abuelo sabio, transfiriendo conocimiento a su nieto/a.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rosa, precioso relato. En este caso, todo es posible con los dibujos de Juanlu, por lo tanto, yo si veo lo que la niña no ve, pero acabará apreciandolo, estoy seguro.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Besoss
Bello, bellísimo!!!!
ResponderEliminarMe lo llevo para mi fb, Rosa
Aplausos!!!!
Ay, qué lindo!!! La sabiduría del abuelo llena la imaginación del nieto.
ResponderEliminarAbrazos
Tu micro le viene como anillo al dedo al diabujo, ese árbol de Juanlu es un árbol imaginado cuando se cierra los ojos y uno se imagina la felicidad. Precioso. Un beso.
ResponderEliminarQue bonito..
ResponderEliminarA veces se ve mucho mas con la imaginación que con los ojos.
Besitos :)
Muy bello, Rosa. Me gusta la magia que ha conseguido sacar del dibujo de Juanlu. Consigues que vea esa escena también.
ResponderEliminarBesitos, muchos
Te añoraba.
ResponderEliminarSiempre debemos hacer caso a los abuelos.
ResponderEliminarEntrañable micro, Rosa.
Un besito.
Los abuelos saben tejer los hilos de la imaginación de los más pequeños, no necesitan videojuegos para hacerlos volar. Son la sabiduría en sí misma, la escuela de la vida y de nuestra herencia genética. Jó, les echo de menos....
ResponderEliminarBesos Rosa. Me voy triste, no por tí claro.
Le faltaba la imaginación que del abuelo se desbordaba, es un gusto visitarte, desde Guatemala tu amigo SL
ResponderEliminarEso es mirar con los ojos de la imaginación. Para incitar a ello, los abuelos son lo mejor.
ResponderEliminarAbrazos, Rosa.
Un relato breve precioso.
ResponderEliminarDe peque solía quedarme dormido en las piernas de mi abuelo mientras él se inventaba historias, tal vez por eso casi nunca tenía pesadillas. Precioso y entrañable texto, niña Rosa.
ResponderEliminarBesotes con mucha imaginación
Al acabar de leer este fragmento, me has echo suspirar... Me ha parecido precioso.
ResponderEliminarLas personas mayores, aparte de enseñar, nos recuerdan el verbo imaginar, y a saber mirar mas allá de la realidad...
Un saludo :)
Uy, tenemos dos relatos hermanos, creo. Tengo uno similar pero al mismo tiempo es el revés de tu cuento. Se llama "Cuestión de mirar bien". Abrazos.
ResponderEliminarSois soplos de aire fresco, gracias a todos y cada uno por dar vida al aire, sin vuestras lecturas este sería un aire rancio y quieto.
ResponderEliminarBesazos y achuchones desde el aire a todos y todas.