Un viento rabioso
descorre los cerrojos,
abre puertas, ventanas,
limpia telarañas.
Desaloja insensateces
enquistadas, podridas.
Sopla en los cráneos huecos
creando ecos.
Levanta del suelo
las conciencias dormidas.
Las lleva como hojas secas
hacia los charcos
las moja de vida.
Un viento rabioso...
Rosa M.
Viento todopoderoso el que cuentas, llevándose la basura y despertando ojos cerrados...sin rabia no hay vida; eso sí, borremos las rabias sectarias y que queden las verdaderamente libres, que son pocas, muy pocas.
ResponderEliminarUn beso.
Creo que es ese viento rabioso tuyo el que hace falta para limpiar de basura nuestro pais y abrir los ojos a quienes aún los tienen dormidos.
ResponderEliminarBesos desde mi mar,
Me gusta, me dejaré arrastrar.
ResponderEliminarNo sé ¿todo eso hace el viento?, dudo que a una conciencia dormida el viento le haga algo, seguro que es tan cobarde que se reguarda de el.
ResponderEliminarUn saludo
Un viento casi milagroso, Rosa, un viento necesario.
ResponderEliminarUn abrazo,
No me gustan los craneos huecos. Cualquier aire que pase por ellos viene de alguna parte y manipula. Sí, en mi opinión, este también. Aunque el poema sea precioso.
ResponderEliminarUn viento que, a mí, me arrastró, y me dejé llevar...
ResponderEliminarUn beso.
HD
Haber si trae nuevos tiempos felices para todos para darnos un respiro.
ResponderEliminarBesotes :)
Qué buen viento, nos hace falta un huracán.
ResponderEliminarGracias Rosa. Un beso