Dibu de Juanlu |
Los brazos cayeron lasos, sin vida a ambos lados del cuerpo. Seguidamente las piernas en una pose ridícula, se doblaron. La cabeza miró suplicante hacia arriba y calló estrepitosamente contra el suelo. El titiritero sonrió maliciosamente al cortar su vida de raíz.
Rosa M.
Este es nuevo!! tienes mil micros para cada dibujo, aunque cada vez te haga menos falta, tus nuevas obras son lo más :)
ResponderEliminarUn besazo!
Así somos todos, muñecos de un extraño titiritero.
ResponderEliminarMe encantó, Rosa
Te leí, te voté (ay, no debía decirlo, pero lo digo)
ResponderEliminarMe pareció de lo mejor que habías escrito para un dibu de Juanlu
Besicos
Quién cortó la vida de quién? A veces no se sabe dónde empieza lo real y dónde acaba lo imaginario.
ResponderEliminarBesos de gofio.
Afortunado es el que tira de los hilos de su propia vida. Todos somos titiriteros y títeres a la vez.
ResponderEliminarUn abrazo, Rosa. Y también al ilustrador.
Hasta ahora, me habían caído bien los titiriteros...
ResponderEliminarEstupenda imagen de la muerte de una marioneta. No se si tras el corte de los hilos habrá una segunda oportunidad.
Un besoooo grande, Rosa.
Es que también hay titiriteros malvados, pronto llegará pepito grillo al rescate!!!
ResponderEliminarO eso espero...
Besos Rose:)
Por qué el titiritero le quería tan poco o tan mal??
ResponderEliminarJo, ahora me quedo con la duda.
¡Cuantos muñecos de trapo hay en este mundo! Triste relato.
ResponderEliminarUn abrazo,
Un micro de profunda tristeza, Rosa. Muy bien trazado, por cierto. Constreñido a lo esencial.
ResponderEliminarMis aplausos.
Un abrazo,