Hoy es el día, amada mía. Hoy reinarás sobre todos tus súbditos. Hoy te levantaré de tu lecho y vestida con tus mejores galas, te
coronarán. Tus asesinos pondrán rodilla en tierra y te rendirán pleitesía,
amada mía. Y luego tus cuencas, ahora vacías, presenciarán su muerte y yo mismo
arrancaré el corazón de sus pechos y los mostraré a todos. Nadie osará llamarme
loco, ¡nadie!. ¡Soy el rey! y tú reina mía, ahora podrás descansar en paz.
En mármol blanco tallarán tu efigie y la mía. Regios, gloriosos, soberbios. Y bajo los ropajes, en un sutil coqueteo, tus pies
descalzos rozarán los míos, por toda la
eternidad.
Rosa M.
(Basado en la trágica historia de Pedro I de Portugal y
en la reina Inés de Castro)
Sí, por tus palabras, lo de trágica ya lo tenía claro, pero no sabía si interpretarlo así, me parecía muy fuerte... En fin, supongo que hasta los reyes tienen sus debilidades y sus tormentos.
ResponderEliminarBesos querida Rosa, buen día de jueves.
Qué bonito lo has contado Rosa. Una declaración de amor a lo antiguo, me gusta especialmente que aquél que arrancaría corazones también sabía apreciar el roce de la piel amada, aunque fuesen los pies.
ResponderEliminarGracias Rosa. Besos
Pero qué melodramático te ha quedado y cuánta sangre, esto me ha sorpendido; ahora... creo que voy a tener que leer esa historia porque me has despertado la curiosidad.
ResponderEliminarBesos, Luisa
Rosa, casi un relato de terror. Y me ha encantado la voz narrativa. Engancha por su tristeza, por su rabia, por su crueldad, por su doble sentido de venganza y amor, de odio y ternura.
ResponderEliminarUn micro notable, profundo y narrado con una crudeza bellísima.
Besosss.
No conozco la trágica historia, pero sin duda tu relato pone la piel de gallina.
ResponderEliminarYa sólo como lo cuentas parece como un presagio de algo malo...
Me voy a ver que les pasó a estos dos, ya disculparás mi falta de cultura histórica, pero es que tus letras me han enganchado y quiero saber más.
Besos mediterráneos.
Intensidad, Rosa, has sabido -cosa nada fácil- atrapar toda la intensidad de la historia y envuelta en un lenguaje seleccionado con pericia -que dota a la voz del narrador de mucha presencia- nos la regalas.
ResponderEliminarBrillante.
Un abrazo,
Un tanto escalofriante, y es que la historia a veces guarda capítulos que supera cualquier ficción.
ResponderEliminarAhora tendré que leer la historia de este rey para no quedarme con la intriga.
Un besote :)
Rosa, duele este relato por su crueldad, pero al mismo tiempo seduce esa cadencia de tus palabras que solo admirarse.
ResponderEliminarEstupendo.
Besoss
Genial Rosa, tiene una narrativa que en todo momento engancha. Reconozco que no conocía la triste historia de este rey, solo que lo llamaban el cruel. Ya imagino los motivos para ganarse ese nombre.
ResponderEliminarMe gustó esta clase de historia ficcionada por ti.
Besitos
Amor a Quemarropa.
ResponderEliminarActual, desgarrador, potente (por lo que me parece entender del relato, ahora además me voy a conocer la historia)
ResponderEliminarBesos!
Plas, plas, plas.
ResponderEliminarMe hubiera gustado escribirlo a mí, con ese tacto, esa elegancia, esa tristeza.
No olvidemos que la Historia no es que vuelva, es que nunca se va.
La he reconocido al ir leyendo tu micro. Leí esta historia siendo una niña y me impresionó, no la he olvidado, imposible.
ResponderEliminarBesitos
Es mi primera visita a este lugar y voy a quedarme porque me encanta lo que me encuentro.
ResponderEliminarExcelente micro.
Saludos.
Muchas gracias por la visita y el comentario Yolanda. Vuelve cuando quieras, mi puerta está siempre abierta.
EliminarBesos desde el aire