Sobre el escenario un único foco ilumina la escena.
Vestido con capa y sombrero de copa, el ilusionista, introduce en el sombrero un
hospital. Remueve su varita y ante la atónita mirada del público el hospital
desaparece. Ahora coge de la mesa tres colegios públicos y los tapa con un paño
de terciopelo rojo. ¡Tachan! también desaparecen. Les pide a los asistentes su
colaboración y recoge pensiones, sueldos y algunas viviendas por pagar. Con
unas enormes tijeras empieza a cortar por las esquinas, pero viendo la cara de
sorpresa de los asistentes y con sonrisa malévola, hace ver que se lo piensa
pero corta por la mitad. Entre el público se oyen voces de disgusto y algún
grito de fraude, el gallinero se alborota y algunos objetos vuelan hacia el escenario. El foco se apaga y la función termina sin que
lo desaparecido, aparezca nunca más.
Rosa M.
La denuncia social, y más en estos tiempos que corren, nunca está de más.
ResponderEliminar¡Cuanta verdad, dicha artisticamente!
ResponderEliminarBesos
Como por arte de magia, así están haciendo desaparecer todos nuestros derechos, nuestro futuro y toda la lucha de tantos años.
ResponderEliminarNo lo podías decir mejor. Ilusionistas no son, desgraciadamente son tan reales como la vida misma.
Besos mediterráneos.
Éste no es un MAGO... este es un listo, un listillo mas bien!!!!
ResponderEliminarUuuuuuuuuuuu fueraaaaaaa mago chungooooooo!!!!
Para ti un besote Rose :)
Me gusta tu micro Rosa. Muy buena crítica.
ResponderEliminarUn abrazo desde aquí cerquita
Pero el público había pagado. Y mañana, se volverá a llenar el teatro. La seducción de la magia. Así nos va, que dice el otro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo malo es que aunque la vistámos de metáfora, nuestra realidad mona se queda, Rosa.
ResponderEliminarLo peor es que -estoy convencido- todo aquello que nos están sacando -que estamos entregando- no lo volveremos a recuperar. Ni nuestros hijos, ni nuestros nietos.
Un abrazo,
Qué a determinadas personas le hayas vestido de mago y hasta le hayas hecho pasar por uno, es demasiado. Los magos afortunadamente son otra cosa. Y esos señores que hacen desaparecer cosas tiene no otro, sino otros muchos calificativos, pero no quiero ni extenderme ni enfadarme.
ResponderEliminarLo que quiero decir es que me gustó. Es curioso como algunas personas que están en la palestra votadas por la mayoría del público, después se ríen en su cara y pasan de él.
Y lo peor de todo es que una buena parte del público lo encuentra razonable y sigue asistiendo a darles su apoyo,
ResponderEliminarAsí no se puede....
Besos de gofio.
Al final siempre el foco se apaga...
ResponderEliminarBravo.
Un beso.