Sé que mientes, no puedes ocultarlo. Ni aunque me mires
fijamente, ni aunque tu sonrisa ilumine tus palabras disfrazándolas. Son rojas,
rojas como la ira que me embarga cuando las veo salir de tu boca.
Rosa M.
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SENSACIÓN EN LA TABERNA DEL CALLAO
Gracias Javier Merchante
HEROES EN EL PLANETA DE LOS LIBROS
Gracias Lola Sanabria
Rojas como la ira, no me exttaña. Pero tranquila que las mentiras tienen las patitas cortas y además son amarillas, se las ve venir, pronto estará al descubierto.
ResponderEliminarUn abrazo Rosa. Muy buena esa sinestesia.
He percibido muy bien eso de "tu sonrisa ilumine tus palabras" de esta manera la ira debe ser perfectamente roja...
ResponderEliminarMuy buen ejercicio de los sentidos.
Por cierto la Cuenta 140 esta semana va de la IRA.¿Lo sabias, lo he colgado en FB, estoy participando y tú?
Besicos, escribidora
Vamos que no sabe mentir o la que mira es muy lista...
ResponderEliminar:)
Uff, lo cacharon, un placer el visitarte, saludos desde mi querida Guatemala
ResponderEliminarMentirosa, tú. La ira que te embarga tira a violeta...
ResponderEliminarAbrazos.
Descubrir mentira en la mirada. Profundas letras
ResponderEliminarAbrazo
Una sinestesia amarga, Rosa, pero que bien contada.
ResponderEliminarUn abrazo,
Un diálogo de cine. Besos
ResponderEliminarUf, espero no ver algo así saliendo de una persona que amo.
ResponderEliminarUn beso.
HD
Quise decir: saliendo de la boca de una persona que amo... por las dudas ;)
EliminarBonita sinestesia de palabras rojas.
ResponderEliminarBesos volados.
Creo que tu micro deja la amargura del personaje que cuenta, que ve rojo y más rojo, salir de la boca de quien miente.
ResponderEliminarUna sinestesia perfecta muy elaborada con tus letras.
Besos Rosa.
Qué compleja es la sinestesia, qué primitiva. Que dolorosa, en este caso.
ResponderEliminarUn beso.
Me encanta Rosa. Mira que consigues que en cuatro líneas sienta la ira...
ResponderEliminarsaludillos
Rosa, vuelvo luego de unas largas vacaciones y encuentro esta genial declaración. Una ira y desprecio por la ambigüedad del otro, por su mentira, tan física que adquiere color.
ResponderEliminarSaludos.
Rojas las palabras, la ira, el amor perdido, todo rojo, y tú ahí,... queriendo que te cuente.
ResponderEliminarGracias por el relato Rosa. Un beso