Es viernes y llueve. Busco mis viejas zapatillas de baile en el fondo del armario. Me las calzo y salgo a la calle. Llueve como si fuera la primera vez que lo hace, como si el mundo se acabase y no pudiese llover más. Bailo, la música la ponen las gotas al caer sobre el asfalto, sobre los tejados. Al deslizarse atropellada por los canalones. Desde las ventanas ciegas un público de bocas abiertas y caras de sorpresa contempla mi baile. No importa. La lluvia, es mi confeti, el que no tuve en mi estreno. Nada importa. Sigo bailando, como un Gene Kelly eterno.
Escrito para los viernes creativos de El bic naranja
Me gustó mucho como has fundido las imágenes en este baile, Rosa.
ResponderEliminarAl que no le guste que no mire, je je.
Besos al aire.
Sigamos bailando Miguel.
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Que ritmo le has dado a las palabras y como has sacado una sinfonía de notas musicales de unas simples gotas de lluvia.
ResponderEliminarNo hay nada como hacer y ser lo que uno quiera.
besos bailarines.
Así es, Gloria. Que nadie nos diga que no podemos...
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Esa musiquilla mientras leo tus palabras, ese fundido me ha cargado de emoción, una explosión de puro sentir.
ResponderEliminarMagistral pues...
Beso Rosas :)
Gracias Doña M por leerme siempre con esos maravillosos ojos.
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Muy visual, muy sonoro. Muy tuyo.
ResponderEliminarUn beso.
Ainsss gracias Carlos. ¿Sabes? me emocionas.
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Asi se hace!!!
ResponderEliminarAbrazo
Un beso Lapislazuli, grande, desde el aire.
EliminarPues que me llamen loco, pero yo daría unos pasos más bajo la lluvia. Es fantástico sentirse reina del baile.
ResponderEliminarUn saludo
Juan M
Es lo mejor, bailemos pues Juan Manuel ;)
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Suscribo a CDG.
ResponderEliminarTe digo como a él. Me emocionas.
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