Me dijeron que cubriste las paredes con tu cara y tu nombre. Que te desecaste al sol de este crudo invierno. Que ni la lluvia consiguió hidratar tu cuerpo ajado. Tan absurdamente ciego, que ni reparaste en las paredes que empapelabas.
Estás tan cerca del verso que ya casi suenan a música tus palabras. Me encantan esta especie de poemas en prosa, estos latigazos de imágenes y voz. Besos
En ocasiones miramos y no vemos, abarcamos el todo sin percatarnos de los pequeños detalles, así que es normal en cierta forma que no viera tan hermoso rostro.
A veces aún teniendo la suficiente luz, no vemos nada...
ResponderEliminarHermoso pensamiento
Un abrazo.
Precioso, enhorabuena me gustó mucho, besos . Feliz semana.
ResponderEliminarExquisita tu sensibilidad. Un abrazo.
Si quieres que algo no se vea, ponlo justo delante de los ojos, je je.
ResponderEliminarBesos al aire.
Estás tan cerca del verso que ya casi suenan a música tus palabras. Me encantan esta especie de poemas en prosa, estos latigazos de imágenes y voz. Besos
ResponderEliminarSuscribo.
EliminarEn ocasiones miramos y no vemos, abarcamos el todo sin percatarnos de los pequeños detalles, así que es normal en cierta forma que no viera tan hermoso rostro.
ResponderEliminarMil besos !!!
:)
Vaya, un micro un tanto impactante (cómo no). Vendría a ilustrar aquello de "no hay más ciego que aquel que no quiere ver".
ResponderEliminarMe ha encantado :D
Saludos.
Muy bonito, Rosa. Hay que abrir los ojos para ver.
ResponderEliminarBesazos
No está hecho el papel para la boca del asno...
ResponderEliminarY es que a veces uno tiene los ojos como vueltos hacia adentro, hacia lo oscuro...
ResponderEliminarUn beso,