Como cada día acudió a su cita con las olas. Como cada día, extendió la toalla sobre la arena. Como cada día dejó sus chanclas abandonadas y corrió hacia el mar. Como cada día nadó hasta la boya de balizamiento. Como cada día se detuvo a descansar. Mientras contempla en la lejanía la linea de costa en su mente se forma una imagen. Hoy es como todos los días, se dice. Pero esta vez sigue nadando mar adentro.
Rosa M.
La muerte nos cita, sin precisar dónde...
ResponderEliminarUn beso
Era fácil que pasase algo ese día, que no fuese como los anteriores, porque si no tú no nos hablarías de él.
ResponderEliminarSeguro ese día estaba segura de encontrar su término.
ResponderEliminarAbrazos Rosa.
Hacia ninguna parte. Besos
ResponderEliminarY, no es fácil dar el salto, pero no hay más forma de alcanzar la otra orilla.
ResponderEliminarBesos al aire.
La cita con el adiós definitivo. Paso a paso hasta convertirnos en ola.
ResponderEliminarUn beso.
Admite múltiples lecturas. en la que con más fuerza me viene... no es solución.
ResponderEliminarA descubrir nuevos mundo ...
ResponderEliminarayyyy... que no vuelve... no es un día como todos los días, no. O quizá sí, y por eso...
ResponderEliminarMe gusta la mirada de Nieves, a descubrir nuevos mundos...
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