Preparas sesiones en las que, atada por las muñecas me suspendes en el aire. Rasgas mi ropa y me dejas desnuda. Paseas tus dedos por mi espalda y tu nariz olfatea mis humores. Agarrado a mis caderas, alejas mi cuerpo de ti para, al segundo siguiente, volver a acercarlo. No me quejo, soy sumisa y acato todas tus órdenes pero no acabo de entender cómo me ayuda a curar mi escoliosis el que eyacules sobre mí.
Rosa M.
Ah, genial. Besos
ResponderEliminarMe gusta.
ResponderEliminarNo te preocupes: no lo entiende nadie, es normal que no lo entiendas.
ResponderEliminarMe ha gustado Rosa.
ResponderEliminarBesos
Aplausos!!!
ResponderEliminarMe encantó!!!!
Pues algo tiene que curar porque sino no se entiende que sigas acudiendo a su consulta.
ResponderEliminarMuy bueno, ingenioso y erótico.
Besos desviados.
Que sí, que va bien, es cuestión de insistir, nadie dijo que fuera fácil, je je (yo también creo que no le importa mucho alargar el tratamiento, je je)
ResponderEliminarBesos al aire (calentitos hoy).
...Morbo, sexo, sumisión...mentira, verdad, deseo. Mucho en poco.
ResponderEliminarMe recuerda a esas sesiones de falsa terapia de la "histeria" en las que se sometía a las "pacientes" a todo tipo de infamias llamadas "curas". Al margen de eso, me parece un relato estupendo, acompañado por una formidable fotografía.
ResponderEliminarUn saludo
JM
No me quejo, soy sumisa
ResponderEliminar---------
Há momentos para tudo! Para a submissão para a rebeldia.
---------
Que a felicidade ande por aí.
Manuel
Jajaja, es cuestión de creer o no creer Rosa. Si de paso que se disfruta ayuda a ambos mejor que mejor.
ResponderEliminarMe alegro de volver a leerte.
Un abrazo
Gracias a todos por desviaros del camino y volar por el aire.
ResponderEliminarBesos a repartir desde el aire
Genial, Rosa, te felicito.
ResponderEliminarSaludos.