Bea mira con los ojos enormes y la boca abierta la cesta con lazo de regalo que ha colocado su tía Luisa encima de la mesa.
-Tía, dime que es porfiiiiii.
-Ten paciencia Bea, ahora te lo doy.
La niña no puede esperar más y se sube a la silla para poder mirar dentro. Levanta la tapa y ve unos ojillos verdes que la miran desde el fondo de la cesta.
-Es un gatito. Un precioso gatito.
Dice entre grititos y risas. Le coge con cuidado, le besa, atusa y observa por todos sus lados. El gatito se revuelve intentando escapar.
Bea aprieta más fuerte al gato, mientras este maúlla asustado,
le abraza para darle todo su amor y para que el gato no escape…
-Tía, tiita…El gato ya no dice mallau…
La tía Luisa se queda mirando a Bea con los ojos desorbitados.
Rosa M.
Ay, Rosa, pobre gatito!!! seguro que esto ha pasado alguna vez pero prefería no verlo así... :'(
ResponderEliminarUn abrazo suavito que no haga daño
El gatito precioso y el nombre MALLAU el mejor que le ha podido poner Bea.
ResponderEliminarbesicos.
Jo, Rosa, mira que ayer el ciego asesino de mi micro mataba cachorros perrunos porque no quise poner gatitos, ¡y vas tú y me matas un gatín! Bueno, tú no, la nena. Ay, qué pena más grande, con lo que los adoro... Aunque las dos opciones son crueles.
ResponderEliminarMil gracias por animarte a dejar un comentario en mi blog.
Besos y eso.
Mira que lo he visto venir. No por eso me ha dolido menos. Pobre gato. Pobre niña. Pobres...
ResponderEliminarLos niños no tienen medida de su cariño. Es terrible, pero el final no deja de ser cómico. Has sido muy hábil. Un beso.
ResponderEliminarBueno, pero al gatito le quedaban otras 6 vidas ¿no?
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
Hay amores que matan...
ResponderEliminarPobre tìa Luisa!!!!!
ResponderEliminarSaludos, Rosa.
No me digas!!
ResponderEliminarMadre mia, pero no tenian 7 vidas? la niña se las ha cargado de un plumazo??
Ay dios! pobrecito...
O eso, o es que estaba conteniendo la respiración el pobrecito..
Casi me quedo con la segunda versión, aunque mucho me temo que va a ser que no...
Besines a mi niña guapa... desde el medi...
Y se lo dijeron a la niña? Qué penita por dios
ResponderEliminar¿Has pensado apuntar a Bea a halterofilia? Esta chica promete.
ResponderEliminarBuen relato agridulce.
Un abrazo,
Pobre gato. Yo habría matado a la niña, o a la tía... o al vecino del quinto antes que al minino.
ResponderEliminarLa niña es mala...jeje.
Madre mia, esta Bea es peligrosa de verdad....
ResponderEliminarPara el próximo regalo que sea de juguete y de un material resistente...
Besitos ;)
Pobre niña!!! la culpa fue del gato por querer escapar. Es que hay gatos que son muy huraños y no admiten caricias.
ResponderEliminarBesos, Rosa.
Opino que a ésa niña, la próxima vez le regalen un armadillo.
ResponderEliminarRosa, hay amores que matan. Aquí la prueba, aunque la niña no quisiera se cargó al gato, pobre.
ResponderEliminarBesos desde el aire.
Como dice Nicolás hay amores que matan... ¡Pobre gato y pobre niña!
ResponderEliminarBesitos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPobrecico :(
ResponderEliminarEs que hay abrazos que matan...
(pero es cruel la escenita, nena, :) (Sonrisa malévola)...
En casa de mis abuelos tuvimos un perro guardián que era una fiera, cuando comía nadie se le podía acercar. Un día nos regalaron un gatito muy mono, y al pobre no se le ocurrió otra cosa que ir a hacerle gracias al perro en pleno almuerzo, ¡iba tan ilusionado con su colita al aire y sus ojitos tiernos! De pronto ¡zas! quedó decapitado en las mandíbulas del perro. Fue tan bestia que ni siquiera gritamos, hasta media hora después. Vamos, la versión animal de la muerte de María Antonieta, pero sin cantar La Marsellesa, sólo con nuestros chillidos.
Sí, puede parecer insólito, pero te prometo que es cierto.
Para que luego digan que quienes escriben exageran. No, la realidad es aún más irónicamente cruel.
(Perdona, casi que escribo otro micro!!!)
Besotes...pero prefiriría un abrazo más suave :)
nota: Se esfumó el comentario al publicar ¿?
Pobrecito... Un abrazo
ResponderEliminarEsto pasa por no tener en cuenta cierto tipo de regalos y a quien van dirigidos. Si la niña era excesivamente pequeña deberían haber vigilado más o comprarle un peluche, Pero claro como tenemos que dar la nota en todo sin tener en cuenta las consecuencias... Un beso Rosa.
ResponderEliminarHola Rosa, real muy real, tanto que me suena haberlo vivido.
ResponderEliminarAdoro a los gatos.
Un beso.
Ay, que esto mismo le sucedió a mi suegra con una de sus hijas y un patito...
ResponderEliminarpatitauch!!!
Besos, muchos
Rosa, lo siento, los gatos me dan repeluz de siempre, donde se ponga un perro que se quite un gato por bueno que sea.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Vaya con la niña, qué fuerza tiene!
ResponderEliminarBuen giro final.
Abrazos flojitos.
POBRE GATITO!!! LOS ADORO, DE NIÑA YO ERA MUY SUAVE PARA AGARRARLOS, ME HABÍA ENSEÑADO MI MAMÁ.
ResponderEliminarcLARO HAY AMORES QUE SUPERAN TODO...
BESITOS
ME HA DADO UNA PEQUEÑA TRISTEZA ESTE RELATO PORQUE LOS ADORO A LOS AMO. tENGO UNA QUE SE LLAMA MILAGROS, YA LA HABRAS VISTO EN EL SITIO.
Anita ya sabes todo es ficción. O no?...Jeje
ResponderEliminarBesos desde el aire
Cabopá pero le duró muy poquito...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Manuela, siento mucho haber matado al gato...En el papel.
ResponderEliminarMil besos desde el aire
Luisa es que las tías Luisas hacen unos regalos, jeje. Gracias y besos desde el aire
ResponderEliminarMar me alegra que veas la parte cómica de la historia.
ResponderEliminarBesos desde el aire
MJ. Creo que le espachurró tanto que le quitó las 7 de golpe.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Anna no lo dudes...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Luna, si, se quedó pasmada...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gala una vez que las historias van al aire cada uno interpreta lo que quiera, jeje. GRACIAS!!! y mil besos desde el aire
ResponderEliminarMientrasleo, seguro que la tía Luisa inventó un cuento...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Esperanza ummmmm me lo pensaré, jajaja.
ResponderEliminarBesazos desde el aire
Alberto mala no!!! Solo es exceso de cariño,jeje.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Doña M. Seguro que no la vuelven a regalar nada vivo,jeje.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Atenea, jeje, eso echemosle la culpa al gato
ResponderEliminarBesos desde el aire
Carlos de la Parra muy buena idea, jeje. Gracias por tu visita y besos desde el aire
ResponderEliminarNicolas es que los niños no miden sus fuerzas...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Elysa, pobrecitos los tres hasta la pobre tía Luisa que tubo que enterrar al gato e inventar un cuento...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Eduardo escribe todos los microrrelatos que quieras en este espacio. Yo estaré encantada de leerles (sonrisa de oreja a oreja)
ResponderEliminarBesos desde el aire
Lapislazuli un besazo desde el aire
ResponderEliminarKarras cuanto siento haber matado al gatito. Pero es solo ficción. Me perdonas?
ResponderEliminarBesos desde el aire
Africa a mi también me gustan mucho los gatos, pero me dan alergia. Achissss!!!
ResponderEliminarBesos desde el aire
Patricia, jajaja, paticidios y gaticidios...Da para unas cuantas historias.
ResponderEliminarBesazos desde el aire
Emilio pobres gatitos. Habrás tenido una experiencia traumática de pequeño? Jeje.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Lola ya sabes les dan dos, jeje.
ResponderEliminarGracias y besos desde el aire.
Me alegra que blogger no te mande al Spam
Lujan es que a su tía no le dio tiempo a enseñarla... Gracias cielo y besos desde el aire
ResponderEliminarNo hay nada como la inocencia asesina de los niños. Con tu relato me has hecho recordar a mi madre, "inocente ella" que tiró a su gatito por el balcón para confirmar que tenía siete vidas. No quiero contarte su desilusión.
ResponderEliminarBesos
Esta niñita adorable debía ser la prima del de Zumosol...
ResponderEliminarHay amores que matan y éste es uno de ellos.
Buenísimo, Rosa.
A mí me pasó con un pajarito que cogí (en el siglo XX) en la calle; le apreté tanto para que no se me escapara que vació por completo su intestino en mi mano... jajajaja, ¡que me meo! (eso hizo y lo otro, también).
Besazos.
Hola Rosa, he venido desde el blog de Puck, al leer el homenaje que te ha dedicado. Me gusta tu forma de narrar, de empatizar con el lector; la historia del gatito me ha hecho recordar la del jilguero de mi abuela, al que una niña inquieta-eso decían mis padres de mí- también le demostró su desdemido amor...
ResponderEliminarMe volverás a ver por aquí.
Saludos
Jajaja Ana creo que esta historia es más habitual de lo que creemos...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Towanda el pajarillo solo se defendió con su miedo, jeje...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Paloma es un placer tenerte en el aire. Muchísimas gracias por tu visita y espero que vuelvas.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Que penita y pensar que esas cosas ocurren en la realidad, a mi hermano cuando era pequeño , le ocurrió y con un gatito también...
ResponderEliminarBesitos en el alma
Scarlet2807
Me pareció haber visto un lindo gatito...! :)
ResponderEliminarScarlet, al parecer ocurre bastante a menudo.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Montse, jeje sería a su espíritu...
ResponderEliminarBesos desde el aire
El pobre gatito... jaja.
ResponderEliminarMuy divertido.
Es por eso que todavía no quiero tener mascotas, mi hijo está muy pequeño y seguro que también demostraría su afecto sin medida :)
ResponderEliminarSaludos amiga
Emanuel gracias y besos desde el aire
ResponderEliminarCarlobito un cachorro no, pero un animal más adulto es un aprendizaje muy bueno para un niño.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Hola Rosa.
ResponderEliminarYa se que comento esto casi tres años después del último comentario. No se si la historia del gato será verdad o no, pero me parece curioso el nombre que le has puesto de título al texto: "Mallau". Yo tengo también una gata al que le pusimos ese mismo nombre, ya que es negra con una mancha blanca en el pecho. Y "mallau" en lengua aragonesa significa "manchado". Y por lo que veo en la foto, esa gatita (los gatos tricolores suelen ser al 99% gatas) tiene unas cuantas "mallas".
Un saludo
O Lupo, lo bueno es que puedes comentar lo que quieras sin importar el tiempo ni las distancias. Está basado en una historia real. Gracias y besos desde el aire
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