Un día cualquiera, como tantos otros, vino a nacer en un minuto La arroparon con caricias, besos amorosos y dulces palabras.
La amamantaron con genio y decisión, quizás con demasiado genio, algo que le pasaría factura a lo largo de su vida.
La vistieron con ropas bonitas que hacían que luciera guapa y graciosa, La mostraron por las calles y causó admiración por donde pasó.
La niña de gesto dulce y grandes ojos miraba todo con asombro, alzaba sus manitas y lucía su sonrisa para captar la atención.
Le regalaron un caballito de cartón y trotó con él por su imaginación, cuando se cansó lo destripó y comprobó con rabia que no había nada dentro. Su curiosidad la llevó a romper muñecas, relojes, cajas de música y todo lo que caía en sus manos.
Se sentía frustrada, quería entender como funcionaban las cosas, quería encontrar su alma y lo único que conseguía eran regañinas.
El afán de romper y las rabietas por no conseguir sus propósitos hicieron que su ceño estuviese continuamente fruncido.
Ya no llamaba la atención, su adusto gesto repelía las caricias, las palabras de cariño y las miradas dulces. ¿Qué le pasaba? Eran tan fuertes sus ganas de destruir que no podía evitarlas, la dominaban. Sabía que no estaba bien, pero no podía parar.
ROMPER, ROMPER, DESTROZAR.
Ya no quedaba nada, nada para manipular, ni siquiera el cariño de sus padres ¿Qué hacer?
Fue hasta la cocina abrió un cajón y lo vio, brillante, afilado y no lo pudo evitar, lo cogió.
En su habitación, entre muñecas rotas, hojas de cuentos arrancadas y marchitas, cuentas de colores desperdigadas, lo decidió.
Miraría debajo de su piel. Eso haría. Cortó, cortó, hurgó y revolvió. Ríos rojos inundaron su habitación.
Se fue durmiendo, desdibujando. Y allí quedo rota, como sus juguetes y sus cosas.
Rosa M.
Publicado en Van al Aire el 4 de Julio de 2011
Microinvitada en Diario de Incontinencia el 15 de Julio de 2011
En La Esfera Cultural el 12 de Agosto de 2012
Participó en el 7º Concurso Literario "Villa del Duero"
La Niña Rota, es un texto al que le tengo mucho cariño y que me ha regalado muchas alegrías.
No me extraña, Rosa, es una pequeña maravilla, me pregunto si encontró lo que quería. Al menos llorarían por ella y en ese momento tendría un poco de atención.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Anita!!! No creo que lo encontrara, en la muerte no suelen estar las respuestas...
EliminarBesos desde el aire
Pöbre niña rota y desangrada, por buscar su alma. Así estamos todos en esa búsqueda eterna de nosotros mismos. Algunos, tienen la fortuna de encontrarse, otros, podrían morirse desangrados...
ResponderEliminarHermoso, Rosa.
Besos
A sí es BB, muchas veces no somos capaces de encontrarnos...Gracias!!!
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Este relato lo recordaba perfectamente es uno de los que mas me impactó y me gusto claro.
ResponderEliminarMe gustó recordarlo
Besitos ;)
Gracias Doña M.
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Cuando uno quiere descubrir el mecanismo del reloj, a veces el reloj termina por pararse.
ResponderEliminarMe encantó Rosa. Enhorabuena. Huele a literatura hasta el último sueño de esa niña.
Un beso.
Jolines CDG. Pedazo piropo. Gracias!!!
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Pensaba que era una ostra, pero dentro no había ninguna perla, demasiado tarde se enteró.
ResponderEliminarEnhorabuena Rosa
Gracias Saudades por tu sentido del humor :)
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Es un relato muy bien trazado, el tema se las trae, pero tu le has dado un final a esa niña que buscaba en el interior de las cosas, tan dramático,cómo su existencia...
ResponderEliminarLos niños quieren saber y hay que escucharlos y enseñarles el porqué de todo, esta niña quedó rota como un juguete, utilizando en su juego de algo que no debería haber estado a su alcance...
¡Me enrollo,cómo las persianas..!!!
Besicos
Enróllate todo lo que quieras Caboá. Mil gracias.
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Una maravilla de narración, Rosa.
ResponderEliminarQuizás hubieran hecho falta más palabras y menos regañinas.
Me ha encantado y te tengo que felicitar por ello.
Besos, tesoro.
Gracias Towanda guapa.
EliminarBesazos desde el aire
Terrible consecuencia de una curiosidad infantil llevada hasta el final.
ResponderEliminarBesos volados.
Si, la curiosidad mató al gato Lola...
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Rosa, recuerdo que ya me impactó en su momento, al igual que al volverlo a releer. Es una joyita de relato.
ResponderEliminarTe refelicito.
Besoss
Gracias Nicolás me gusta que te impactara.
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Madre mía Rosa, venía de decirle a quien me precede que con su permiso, leería su cuento de semillas a un pequeñajo esta noche....pero va a ser que este no se lo leo, y no porque no me guste ...no, sino porque este lo voy a calificar para mayores de 14 años. ¡Pobre niña rota!.
ResponderEliminarNo me extraña que te haya proporcionado tantas alegrías, está escrito perfectamente ensamblado, y termina con un momento crucial : el de la atención que le fue negada.
Besos, muchos.
Si, creo que será mejor que esperes a que crezca.
EliminarGracias Laura y besos desde el aire
Es tremendamente duro, Rosa. Escuece el corazón al leerlo.
ResponderEliminarUn beso.
Me alegra haber conseguido ese escozor MJ.
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Es durísimo. ¡Hasta donde esa desadaptación de la criatura!.
ResponderEliminarHasta la muerte Cybrg...
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Me has estremecido, Rosa. Y sorprendido mucho, no es el tipo de historias que acostumbrás a escribir.
ResponderEliminarBravo!!!!!!
Un abrazo
Gracias Patricia. De vez en cuando tengo días así, un poco negros.
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Me ha gustado, es de esos relatos que me hubiese gustado escribir a mi.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Henry!!!
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No me extraña que te haya dado satisfacciones, Rosa. Es un texto tremendo, con un final que se ve venir y no por eso deja de sorprenderte y dejarte como un dolorcillo en algún sitio. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Miguelángel. Me gusta que te duela un poquito, pero poco ¡eh!
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La inadaptación a veces pasa factura.
ResponderEliminarUn relato bien construido.
un abrazo.
Casi siempre Mariola.
EliminarGracias y besos desde el aire
Lo recuerdo perfectamente, Rosa, es un texto de los que se quedan en la memoria, difícil de olvidar por lo que cuenta y como lo cuentas, lo haces muy visual.
ResponderEliminarBesitos, muchos
Gracias Elysa por guardar a La niña rota en tu memoria.
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