Y en un momento dado comenzaron a llorar. No hubo motivo, simplemente las lágrimas brotaron de sus ojos anegando la cocina, la sala de estar y los dormitorios. Por mucho que intentamos barrerlas fuera de la casa, al final nos toco salir y tendernos al sol del medio día.
Rosa M.
Jo, Rosa, qué bonito. Creo que hoy me va a tocar algo así con tanta lluvia.
ResponderEliminarBesos ventosos
A veces es bueno llorar...
ResponderEliminarMe gustó el final, con el sol del medio día.
Un abrazo.
Genial.
ResponderEliminar¿Y qué pasa cuando no hay sol?
Hermoso.
ResponderEliminarEl sol reconforta...
ResponderEliminarPrecioso
Besos.
Pues si esto se extiende... el nuevo diluvio se acerca!!!
ResponderEliminarMucha carga emocional llevan estas dos líneas y media Rosa !!
Un abrazo :))
Hay lágrimas que nacen y nacen.
ResponderEliminarHay soles que también.
Un beso.
Interesante escrito, un placer el visitarte
ResponderEliminarEs mejor estar cerca del sol, es nuestro techo Rosa.
ResponderEliminarSuerte del sol que todo lo seca.
ResponderEliminarBesos al aire.
Espero que sepáis perdonar mis ausencias...Cosas de la vida. Gracias por seguir visitando el aire y regalándome vuestras palabras y lecturas.
ResponderEliminarBesos a todos y todas desde el aire