Fotografía de Giuseppe Colarusso |
Zooilógico
A los monos los pusimos en peceras. Tigres y leones, atacaban desde el aire rebaños de ballenas que pacían libres por la pradera. Un koala y un perezoso saltan de una liana a otra haciendo cabriolas y deleitando al público que les observa desde las ventanillas del batiscafo del profesor Jacques- Yves Cousteou, mientras este hablaba incesante en la jerga que usaban las ovejas. Los últimos en engrosar las filas del zoo han sido las carpas naranjas llegadas desde los montes del Japón. Para ellas hemos dispuesto cajas de cartón reciclado llenas de aire frío y ya se sienten como en casa.
Encajado
Recogiste los pedazos de nuestra vida juntos y los tiraste al mar del olvido. Guardaste tu corazón en una caja y la precintaste con cinta de embalar. La subiste al altillo. En las noches en las que el viento arrecia y la lluvia llora en tus ventanas, se oye al corazón golpearse contra las paredes de la caja. Tú te haces el sordo y sigues con tu vida como los peces naranjas de las peceras. Sólo comes y nadas.
Escritos para los viernes creativos de El bic naranja
Qué diferentes. Me gustan los dos pero ya sabes que soy más de tipo Encajados ;-)
ResponderEliminarBesossss
Coincido con Anita Dinamita. Has hecho mucho con esa caja de pez...
ResponderEliminarUn beso.
Hola Rosa, me gustan tus dos propuestas, tal vez más la primera del zooilógico. Gracias por los relatos.
ResponderEliminarUn beso
Tus carpas naranjas nadan con elegancia en ambos relatos. ¿Cuál es el mejor? Desgraciadamente no se el idioma de esos peces. Yo me que daría con los dos.
ResponderEliminarSaludos
Cuando todo vale en el decorado, los relatos te sorprenden en cada línea. El primero era una fauna descabellada que me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Ahora mismo iría buceando hasta este zoológico tan espectacular.
ResponderEliminarBesos!!
Estive por aqui.
ResponderEliminarE, desejo que haja muita felicidade.
Manuel
Ambos me gustaron mucho.
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