Recorro los lugares comunes que nos atan. Tu lado vacío de la cama. Tus zapatos arrinconados en un lugar del armario esperando huérfanos tus pies descalzos. Tus fotos, el ramo de flores seco que me niego a tirar pese a que sus pétalos se desparraman oxidados sobre la mesa. Salgo por la ventana hacia la avenida donde agarrados de la mano, paseábamos nuestro amor de quinceañeros descalzos, comiéndonos a besos y miradas. Recorro las callejuelas escondidas, esas donde las manos no paraban hasta quedar saciadas, y después de un breve descanso, apenas un suspiro, volver a las andadas. Recorro tus labios, tus ojos, tus caricias, tus te quiero que parecían eternos y que se me clavaban como puñales. Todo me lleva hasta ti de nuevo, todo. Y sin embargo, se que ya no queda nada.
Rosa M.
Escrito para los viernes creativos de El bic naranja
Cuando los lugares comunes arden...
ResponderEliminarUn beso.
Tan poético como duro. Tiene un tono perfectamente logrado.
ResponderEliminarAl leerte te ahogas en sentimientos Rosa.
ResponderEliminarMil besos !!
:)
Excelente, Rosa, me encantó. ¡Saludos!
ResponderEliminarGracias por vuestras lecturas y comentarios.
ResponderEliminarBesos desde el aire