En lo alto de la peña dura, el caballero Manuel curtido en mil batallas, hinca su
rodilla. La sangre de los muertos recientes le entraba en los ojos, caliente y
viscosa, tiñendo el horizonte, más si cabe, de ese rojo doliente, rojo de
muerte prematura.
Y en ese preciso momento, harto de no encontrarle el
sentido a tanta barbarie, cambió su
espada, que quedó oxidándose en la roca, por la mordaz pluma del escriba.
Rosa M.
Desde las peñas de Urueña para Manu Espada...
Muchas gracias, Rosa, es precioso el texto, me has emocionado. Y me has dejado sin palabras. Un beso grande.
ResponderEliminarPrecioso texto Rosa, cambió la espada de matar por la pluma de soñar.
ResponderEliminarUn beso,
Jolínes, ¡qué bonito!
ResponderEliminarManuel hizo lo correcto y estoy con Sau. Lo ha dicho tan bonito que le secundo y le secundaré mientras viva... ¡Vive Dios!
Un beso enorme.
Sin duda buena elección, Manu debe ser un buen caballero para inspirar tan bonitas y mágicas palabras.
ResponderEliminarUn beso para ti Rosa y otro para Manu :)
Siempre es mejor una buena pluma que una espada, donde vas a parar!!
ResponderEliminarNo hay color!
Me encantó la elección.
Besitos mediterráneos.
Así es, como tan bellamente se lo dices a mi querido amigo Manu, quien sabe esgrimir la pluma, porque la espada sigue
ResponderEliminaroxidándose en la roca...
Besos, Rosa
No hay arma mas fuerte que una pluma bien utilizada, este es el caso con tu hermosa escrito, gracias por compartirlo, saludos estelares desde mi querida Guatemala, tu amigo SL
ResponderEliminar¡Qué maravilla, Rosa!
ResponderEliminarBesos a ambos
¡Qué precioso!. Me gustaría ser Manu Espada por un breve momento. ;) No me extraña que se quede sin palabras. Yo aún no las he recuperado.
ResponderEliminarBesos, muchos.
Muy bonita reseña de un buen amigo...
ResponderEliminarBesicos
Tomo nota de ese blog.
ResponderEliminarUn beso.
Ahora a teñir horizontes con tinta y hermosas letras...
ResponderEliminar¡Besos!
Bien por el cambio
ResponderEliminarUn abrazo
Un cambio siempre acertado. Besos
ResponderEliminarNo imagino palabras más acertadas par hablar de Manu y su trabajo. Con un plus, un homenaje que, además de justo, es afectuoso.
ResponderEliminarDejo aquí mi abrazo para el caballero Manuel.
Bienvenida a mi nuevo blog, Rosa, un placer recibirte.
Besos!
Hermoso homenaje, mi saludo para ambos y al resto de los colaboradores. Tienen aquí suficiente fuego como para no envejecer.
ResponderEliminarHuele a sangre seca y leyenda. A ver si me "meto con él" que es una de mis asignaturas pendientes, encima de paisano.
ResponderEliminarEmotivo homenaje, Rosa. Manu estará contento.
ResponderEliminarBesitos