¿Invisible, perdida, vencida? ....puede que algo de invisible tenga cuando se escuchan los gritos, puede que esté desorientada en un momento breve de su existencia...pero ¡vencida, NUNCA!.
Preciosa métrica, tanto por lo estético como por el mometo de reflexión que produce su lectura.
Nunca se debe dar por vencida una persona, por mas dificil que sea la vida, debemos seguir adelante, es solo una etapa amiga, saludos estelares desde mi querida Guatemala
Me gusta cómo el tono y la disposición de los versos, casi en pentagrama, tejen una impresión intensa en el lector. Dejan la duda de ese lamento disperso... Abrazos estivales.
No, eso nunca, no te imagino vencida. Mujer valiente y luchadora. Como siempre me encató tu métrica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buen momento de inspiración.
ResponderEliminarUn saludo
¿Invisible, perdida, vencida? ....puede que algo de invisible tenga cuando se escuchan los gritos, puede que esté desorientada en un momento breve de su existencia...pero ¡vencida, NUNCA!.
ResponderEliminarPreciosa métrica, tanto por lo estético como por el mometo de reflexión que produce su lectura.
Recibe un gran beso.
Donde está la mujer luchadora y la vencedora?
ResponderEliminarEsas estrofas faltan!!!!!
Me encanta este ciclo menopausico
Besos MIL :)
Invisible, perdida, vencida. La vida no siempre es fácil, pero tenemos que ser. Mejor dicho: SER.
ResponderEliminarUn beso.
Son momentos, solo eso. La mujer presente, que se halla a sí misma, que lucha, es la que predomina.
ResponderEliminarHermosa métrica, Rosa. Muy sentida.
Besos.
Nunca se debe dar por vencida una persona, por mas dificil que sea la vida, debemos seguir adelante, es solo una etapa amiga, saludos estelares desde mi querida Guatemala
ResponderEliminarHermoso. Un reto, trata de hacerlo metiendo Haikus entre las interrogantes. Tal como lo has escrito lo sugiere.
ResponderEliminarNooooooooooooo. Mujer vencida, no. Al menos ese es mi deseo para ella. Contra todo podemos luchar, excepto contra el abatimiento.
ResponderEliminarGran poema, Rosa
Besos!
Ni invisible, ni perdida, mucho menos vencida. Porque ahí sí que se cae todo.
ResponderEliminarBellísimo poema, Rosa.
Un abrazo!
Los versos de hoy tienen un sabor amargo, Rosa. Son buenos, pero amargos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Aún llegando al ocaso de los días hay que seguir, gritando...
ResponderEliminarHoy tus versos son duros en su lamento
Sorprende tu métrica, siempre sorprende y las cosas que producen este efecto, gustan.
Besicos salados, amiga.
Me gusta cómo el tono y la disposición de los versos, casi en pentagrama, tejen una impresión intensa en el lector. Dejan la duda de ese lamento disperso...
ResponderEliminarAbrazos estivales.
Vencida jamás! Una mujer nunca se deja vencer. Podrán aniquilarla, pero será peleando. Al menos, todas las que he conocido en mi vida. Y son muchas.
ResponderEliminarUn abrazo, Rosa.
No hay mujer invisible, ni perdida, ni mucho menos vencida. Tal vez es una mujer en tránsito, viviendo sus sombras pero de camino a la luz, seguro.
ResponderEliminarUn dulce abrazo.
Si asume la derrota estará perdida. Tendrá que echarle coraje y seguir luchando.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
El ocaso no es nada má que otra forma de enfentarlo. No hay rendición, no está en tu vocabulario. Un beso.
ResponderEliminar¡Que no, que no! A una mujer no se la vence tan fácil.
ResponderEliminarAbrazos invencibles.
También hay momentos para el cansancio y lo invisible Rosa. Un abrazo.
ResponderEliminarDios mío, qué tristeza, Rosa...
ResponderEliminarBesos
Mujer al fin y al golfo.
ResponderEliminarLa Boca del Ello
Mujer hasta el final, ni invisible ni vencida ni perdida... Mujer luchando siempre
ResponderEliminarMuy bello, Rosa. Y no, ni invisible, ni perdida y por supuesto nunca vencida.
ResponderEliminarBesitos