Se pierde en la memoria el día que te desvaneciste entre
sábanas de seda y barbitúricos.
Cincuenta no son nada, sólo un suspiro en la espiral del
tiempo donde se congeló tu sonrisa y tu falda al viento. Frágil y rota por
dentro.
Nos miras desde el poster de la pared mientras nos
empeñamos en desvelar tu misterio de
Mona Lisa moderna.
Lo tuviste todo, no te llenó nada. Empeñada en demostrar
tu valía, con faldas y a lo loco, rubia de bote, todos querían la imagen de
curvas infinitas y cabeza vacía, no a la mujer que se cuestionaba a sí misma
todos los días.
Te amaron, te amamos. No fue suficiente. Devorabas amor,
respirabas amor, succionabas amor como agujero negro en la infinidad del
espacio.
No sólo de amor murió Marilyn.
Rosa M.
Qué bonito tu homenaje a Marilyn. Qué poco se sabe realmente de ella como persona, como ser que sufría lo indecible a pesar de tenerlo todo a los ojos de los demás.
ResponderEliminarBesitos desde mi mar.
Contundente final y muy oportuno...
ResponderEliminarHay artistas de todas las artes que, nunca podremos saber cómo hubieran sido de viejos.
Besicos salados, amiga.
Cuanta fragilidad la de Marilyn ...
ResponderEliminarLeiste el poema de Ernesto Cardenal dedicado a Marilyn?
Besos
Lindo homenaje a una bella y transgresora mujer
ResponderEliminarUn abrazo
Afirmaciones contundentes que nos llenan de reflexiones.
ResponderEliminarRosa, has sabido llegar al lector con un tema tan largamente mañido.
Felicitaciones y un besoooo muy caluroso, demasiado caluroso:)
Qué bien has retratado el sentir de Marilyn, la mujer.
ResponderEliminarEnhorabuena, me ha gustado.
Un beso desde aquí cerquita...
desdemipinar.
Bonito homenaje, me quedo con tu mirada sobre ella, esa mujer que se cuestionaba.
ResponderEliminarBesos, Rosa.
Todas queremos ser un poco Marilyn, aunque sepamos que no era demasiado feliz y la suerte aunque todos creamos que la tubo no le acompañó demasiado.
ResponderEliminarMirando detenidamente la foto, pienso en como vuelven las modas, esa laca de uñas está de última moda...
Un besote :)
Es lo que tienen los mitos, crean historias alrededor poco comprobables, pero en el caso de Marilyn, su sonrisa de Mona Lisa, no oculta nada: debilidad e inseguridad bajo una capa de belleza explotada al límite.
ResponderEliminarBuen homenaje.
Besitos.
Pobre mujer. Muerta por incomprensión e inconformismo consigo misma.
ResponderEliminarNadie, o casi nadie supo ver la inteligencia que escondía ese rostro de rubia de bote y sonrisa perenne, sólo para la pantalla, sólo para el público.
Creo que fue infeliz todos los días de su vida.
Murió de tristeza, eso creo yo. Una auténtica pena.
Besitos mediterráneos.
Tan envidiada como infeliz. Pobre
ResponderEliminarBesos
Veo a Norma y a Marilyn tal y como lo cuentas. Yo no lo haría mejor. Tras los focos, sospecho una vida llena de sombras, de luchas por lo que era y lo que quería ser. Por eso se acercó a Arthur Miller, al poder, a la soledad.
ResponderEliminarA la muerte.
Un beso.
Gran perdida para la Humanidad de esa epoca y gala para esta, es un placer recordar a un icono de esta talla, saludos fraternal desde mi querida Guatemala
ResponderEliminar¡Fantástico homenaje, Rosa!
ResponderEliminarLa historia de esta señora siempre me llenó de pena.
Un abrazo,
Muy acertado, y el cierre inmejorable. ¡Cuentas con un seguidor mas con tu permiso, has conseguido emocionarme, hasta limites que creia perdidos!
ResponderEliminarUn abrazo,
Francisco M.
Un bonito homenaje. Una mujer llena de misterio, o simplemente, una mujer atrapada en una vida...
ResponderEliminarun abrazo, Rosa.
Marilyn, esa gran incógnita cargada de sensualidad. Precioso homenaje.
ResponderEliminarBesos volados.
El amor que destilan tus palabras, como los millones que le dedicaron sus fans cuando estaba viva, no compensaron la soledad en la que estaba sumida.
ResponderEliminarEs triste pero así se convirtió en un mito.
Un beso
tuvo la vida que ella cre∩ Nosotros creamos nuestro destinos
ResponderEliminarAbrazos
Preciso homenaje, Rosa. Es uno de mis mitos, una mujer increible.
ResponderEliminarBesitos