A la atención del señor director del Hotel Cecily:
Me dirijo a usted para quejarme amargamente. Ayer a las 5 de la tarde, lo maté. Del trato recibido durante mi estancia. Clavé el abrecartas. Ha sido penoso. En su ojo derecho. Me quejé repetidas veces de la presencia de cucarachas en la habitación. No contento con ello, también. Algunas me saludaban ya, por la confianza. Se lo clavé en el ojo izquierdo. Ningún día he tenido bombones sobre la almohada. Aún sin ojos, no dejaba de quejarse. El tercer día de estancia en la habitación 306. Y me vi obligado. No tuve toallas con las que secarme. A meterle un calcetín. Y tuve que hacerlo con las mangas de mi única camisa. En la boca. Y de esta guisa. No callaba y a golpes. Asistir a la reunión. De su cabeza contra la bañera, lo rematé. Que tenía programada. La sangre escurría. Siendo mi persona, un espectáculo ridículo. De su cara deformada. Esperando de usted. Lo envolví. Una respuesta satisfactoria. En toallas. Se despide. Y agarrándolo por los pies. Atentamente. Lo metí en el maletero de su coche.
Pepe Bueno.
Rosa M.
Ejercicio para el taller, consistente en mezclar en un mismo texto una reclamación, queja o las especificaciones de un aparato con la confesión de un asesinato.
Un crimen perfecto sino fuera por que lo confiesa...
ResponderEliminarMuy bueno Rose :)
Se me escapó entre la queja Doña M.
EliminarBesos desde el aire
Me gusta la forma de secuenciar las dos narraciones en medias frases. Desde luego, reclamas toda la complicidad del lector y despiertas su sonrisa por esa brutalidad a lo Tarantino, con salpicón de imágenes y sangre. El título, como anillo al dedo.
ResponderEliminarFeliz (y pacífico) fin de semana, Rosa. Besos
El cine de Tarantino me encanta Susana, y cuando algo te gusta, ya sabes... Aunque como dicen mis compañeras de taller, me gusta matar. ¿Tendré que hacermelo mirar?. Ha sido un ejercicio divertido y complicado ya que las dos historias se deben escribir a la vez, no por separado. Manu Espada no nos lo puso fácil...
EliminarGracias por tus palabras y besos desde el aire.
Me he visto de nuevo a tu lado mientras escribías esta ¿intertextualidad se llamaba?
ResponderEliminar¡Qué tarde aquella... eh?
Besos desde mi pinar
Gracias por recordármelo, ufff que cabeza. Una tarde genial Rosy tengo la cabeza llena de textos por culpa de esa tarde. Espero que podamos disfrutar de muchas más.
EliminarBesos desde el aire de aquí al lado.
curios relato inserto, me gusta
ResponderEliminarGGracias Beatriz y besos desde el aire
EliminarSuscribo el comentario de Susana, Rosa; y sigo admirado de cuánto dio de sí el taller. ¡Qué maravilla!
ResponderEliminarUn abrazo,
Y la cabeza llana de ideas que espero se materialicen pronto Pedro. Fue un taller interesante, ameno y en el que aprendí mucho.
EliminarGracias y besos desde el aire
Este es un ejercicio muy complicado. Encaja bastante bien.
ResponderEliminarSi que es complicado, tener que pensar dos historias a la vez e ir mezclando, pero muy divertido.
EliminarBesos desde el aire
Felicidades Rosa, complejo ejercicio del que sales más que airosa.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Yolanda y besos desde el aire
EliminarPues ha quedado un experimento de lo más interesante, Rosa. Me has abierto el atetito musil. Y el título, ahora que lo entiendo, acertadísimo.
ResponderEliminarUn abrazo,
El título por si solo es una bobada, pero creo que le va muy bien al texto y no sabía como si no titularlo jejeje. Gracias Miguelángel y un besazo desde el aire
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