Se tatuó en la piel
para no olvidar,
dibujos imposibles
que le hicieran recordar.
Amores,
tormentosos, plácidos,
sin final.
Tristes peleas de bar.
A los amigos perdidos,
puertos salobres y fríos,
fechas que recordar.
Conversaciones,
palabras musicales
en idiomas extraños.
Se tatuó la piel,
con el mapa de un mundo,
que solo conoció él.
Rosa M.
Enhorabuena Dña Ana María Matute por su merecido Cervantes.
ResponderEliminarSaludos sgradecidos.
Rosa M.
Muy bueno el poema, aunque confieso que no me gustan los tatuajes.Saludos Isabel.
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel. Aunque no te gusten los tatuajer.
ResponderEliminarSaludos
Rosa.