Hace unos meses perdió la cabeza y ahora le da las gracias a los ascensores. Cuando anuncian con su voz enlatada que la puerta se abre, él se acerca al altavoz y en voz suave dice;
-Gracias señor,es usted muy amable.
Su familia le ha llevado a objetos perdidos a ver si alguien le reconoce.
Rosa M.
Hola Rosa!
ResponderEliminarMuy buen micro, y además pasar pasa, pero quién te dice que no es verdad que hay un hombre (o una mujer) en cada ascensor avisando de esos detalles? jeje
Abrazos!!
Sucede, gracias, y mil gracias, esas cosas suceden por inventar a las 4´30 de la mañana.
ResponderEliminarCon esto del paro bien podian colocar a la gente dentro de los ascensores para dar los buenos días.
Saludos y de nuevo mil gracias.
¿Pues sabes qué, Rosa? Yo también le agradezco a los ascensores o a la mujer de la hora en el teléfono, o cuando en un noticiero de TV desean buenas noches.
ResponderEliminarDicen que mi profesión nos deja medio chalados, pero yo creo que es una cuestión de educación ;)
Un agradecimiento enorme por tus palabras en mi espacio, son fundamentales.
Un beso.
Humberto.
Yo me haría bien amigo de Don Fulgencio...
ResponderEliminarHumberto: Tienes razón,ser educado no cuesta nada, y hace las cosas más fáciles.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tus palabras.
Saludos.
Ibán: Gracias por tu visita y tu comentario.
Saludos
Yo me he descubierto alguna que otra vez respondiéndole a mi ascensor. Debo estar mal, Rosa.
ResponderEliminarRaúl, Todos estamos algo "tocados". Que le vamos ha hacer.Viva la locura!!!
ResponderEliminarAhora en serio, gracias por tu visita y tu comentario.
Saludos con camisa de fuerza
Ufff: impactante última frase. Así acabaremos todos, en objetos perdidos.
ResponderEliminarJaja, curiosa imagen. Me gustó mucho. Un placer pasear por sus palabras.
ResponderEliminar(Ya había pasado pero sin tiempo de quedarme un poco y comentar).
Gracias por regalarnos sus textos, es usted muy amable.
Leo, si es una pena!, pero a falta de basureros para humanos...
ResponderEliminarSaludos muy amables.
Apreciadísimo Sñr. Cactus.
Paséese usted por mis palabras lo que quiera, y ya si comenta, que le cuento!.
Para mi es usted un maestro.
Gracias mil!!