Cuando despierto están allí, sobre la tierra del jardín.
Huellas de pies descalzos, que se adentran desde el mar, las veo desde mi
ventana. Mi padre las borra con su rastrillo todas las mañanas. Me mira e
intenta sonreír, pero no lo consigue. Me acuesta en la cama y coloca con
cuidado mis piernas muertas, me arropa y me da un beso en la frente. Cuando el dolor me deja dormir salgo de mi cuerpo y corro. Corro hacia el mar a bailar con las
olas. Con el primer rayo de sol vuelvo a casa y despierto en mi pesadilla.
Rosa M.
Dos versiones para una imagen.
La fotografía es de Anita Dinamita (Ana Vidal) y el retoque es mío.
En su blog , Relatos de andar por casa, podéis leer su versión de la imagen, que por cierto, es buenísima...
Dos versiones para una imagen.
La fotografía es de Anita Dinamita (Ana Vidal) y el retoque es mío.
En su blog , Relatos de andar por casa, podéis leer su versión de la imagen, que por cierto, es buenísima...
Un relato duro, que una vez más (es un tema clásico y recurrente)nos habla de las dos vidas, de la realidad y los sueños. Hermoso y crudo a la vez, creo que lo has resuelto muy bien.
ResponderEliminarGracias Cybrg. Si, es recurrente. Pero, ¿quién no vive de sueños? :)
EliminarBesos desde el aire
Si, duro, quien no ha sufrido alguna vez la decepción de la realidad, pero los sueños también forman parte de la vida, "sueño, luego existo."
ResponderEliminarAsí es Atticus, o existo luego sueño...
EliminarGracias por tu lectura y besos desde el aire
Uf... Sí que es duro. Pero lo cuentas de una forma tan poética...
ResponderEliminarGracias Aurora!!!
EliminarBesos desde el aire
Las realidades, cuando son amargas, necesitan de los sueños para poder sobrevivir a ellas.
ResponderEliminarHermoso, Rosa.
Besos a Ana, a ambas...
Tú lo has dicho América.
EliminarBesos desde el aire
Tremendo. Bello. Besos
ResponderEliminarGracias José luis :)
EliminarBesos desde el aire
Uf imaginar que todo fue un sueño es lo único que puede hacer un niño...
ResponderEliminarUn beso a las dos :)
Gracias Doña M. Sin sueños no podríamos soportar las pesadillas.
EliminarBesos desde el aire
Muy duro y hermoso, se me erizó la piel.
ResponderEliminarBesitos, buen finde
Me gusta que se te erice la piel Verónica. Gracias y besos desde el aire
Eliminar¡Caray, Rosa! Las dos le habéis arrancando unas historias de calado emocional profundo a la imagen.
ResponderEliminarTu micro duele, duele mucho. Es imposible que no emocione. (Y de eso se trata, ¿no?)
Un abrazo,
Si te ha emocionado Pedro me doy por satisfecha. Gracias y besos desde el aire
EliminarA veces los buenos sueños dejan más huella que la propia pesadilla.
ResponderEliminarRealidades amargas que solo la imaginación pueden atenuar.
Besos de gofio.
Así es Gloria. Gracias y besos desde el aire
EliminarRosa, guapa, qué pasada! Me ha gustado mucho esta colaboración imagen+tu visión+nuestras letras. Ya coincidiremos de nuevo, no hay más que salir a hacer fotos. La vida.
ResponderEliminarUn besazo sin alambradas.
Siempre que quieras Anita. Gracias por confiarme tu foto para buscar otras realidades.
EliminarBesos desde el aire
Los sueños, a veces, son un consuelo, el peligro está en no querer despertar. El relato es triste porque no tiene ni una pincelada de esperanza, lo has conseguido sin recrearte en el dolor del niño.
ResponderEliminarUn beso
No era mi intención recrearme en el dolor. Sólo una pequeña pincelada, para justificar esas huellas tan reales. Gracias Guapa!!!
EliminarBesos desde el aire
A mí me has dejado emocionada porque algo conozco el tema.
ResponderEliminarGenial, Rosa.
Un beso muy grande.
Gracias por tu emoción Towanda.
EliminarUn enorme beso con abrazo incluido, desde el aire
Pero qué precioso que es, Rosa. Es una historia llena de ternura, de misterio, de verdad y de mentira. Me encanta!!!!
ResponderEliminarUn abrazo, Rosa!
Gracias Miguelángel. Eres un encanto :)
EliminarBesos desde el aire