Aparqué mi “yo” por ella. Pero hoy, ha vuelto.
Encontró la Polaroid en el fondo del armario, cuando intentaba poner un poco de orden en el caos. Se empeñó en hacerme una foto. Sabe que nunca quiero, sabe que no me gusta. Pero a base de sonrisas pícaras, de toquetéos sensuales, de besos en el cuello, de manos en mi cintura y de roces varios, accedí. En el momento que sonó el clik del disparo, me arrepentí. Vi sus ojos, la expresión de terror en ellos y la negrura infinita de aquella instantánea al caer de sus manos al suelo. No tuve más remedio, mi “yo” volvió. Y ella desapareció tragada por él.
Rosa M.
Historia escrita para los viernes creativos de El bic naranja
Si sabes que no me gusta, aparta esa cámara o te arrepentirás... Así, así, Rosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Juan M
Jejej, parece que no hizo caso. Gracias Juan.
EliminarBesos desde el aire
Cuando el yo vuelve más crecido que nunca, el resto se vuelve pequeño, nada.
ResponderEliminarUn beso.
Y absorbe todo... Gracias CDG y besos desde el aire
EliminarUn click, fatástico...
ResponderEliminarBesicos salinos, amiga.
Gracias Carmen
EliminarBesos de secano desde el aire
Me sigue gustando esta historia creativa. Besos Rosa.
ResponderEliminarGracias Yashira ;)
EliminarBesos desde el aire
Guauuu que bueno!!!!
ResponderEliminarGracias Lapislazuli ;)
EliminarBesos desde el aire
Un portal hacia el otro lado de las fotos, los indios pensaban que si te hacían una foto se quedaba tu alma atrapada en ella.
ResponderEliminarFascinante Relato Rosa!!!
Besos ;)
Esta se quedo sin algo más que alma Doña M.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Brutal y terrorífico.
ResponderEliminarUn poquito sólo Miguelángel
ResponderEliminarBesos desde el aire